Gran trayectoria tiene este político mexicano, a quien hoy se le entregó la Medalla Belisario Domínguez, otorgada por el Senado de la República a aquellos hombres y mujeres que luchan por un país justo y una democracia firme.
Hijo de Lázaro Cárdenas, gran político mexicano y Presidente de la República, este distinguido personaje se presenta como uno de los defensores de esa tan soñada democracia, como el luchador de las múltiples causas y como aquel que por el pueblo logró el México actual.
Candidato a Presidente de la República en 1988, perdiendo por el supuesto error electrónico tan remarcado en la Historia del País, construyó un ideal de izquierda ahora quebrantado por muchos ideales de Izquierda. Él fue uno de los fundadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), con el que perdió esa presidencia pero ganó muchos seguidores.
Su discurso de agradecimiento estuvo enmarcado por el contexto de la política actual, por el echar en cara a Calderón, Senadores, Diputados, Políticos en general de México que gracias al pueblo están sentados ahí, que gracias al pueblo hay muchos partidos en las cámaras altas, bajas, gobiernos estatales, municipales y de comunidad de la República Mexicana, que gracias al fraude del 88 todas las ideas hacen ruido, que gracias a esas elecciones y a la lucha que el pueblo hace por buscar un país democrático México se sostiene políticamente.
Cárdenas discurrió en los errores de un pais que está gobernado por políticos malagradecidos, con poca conciencia para dirigir a un país rico en culturas y recursos, con poca memoria para construir una historia sana del pais, sin voz y oídos para conformar con el Pueblo el país que merecemos.
1 comentario:
Te mando estas calaveritas para ver si las publicas en el carro o en el periódico.
A LA PRESIDENTA MUNICIPAL.
A Tlaxco llegó la parca
Y el camposanto deslinda,
Porque prepara una fosa
Para una tal Rosalinda.
Ha decidido llevarla
Con los seres del averno
Por nepotismo cargarla
Con su familia al infierno.
Justo cuando la atrapó,
La huesuda con gran gusto.
Un flaco la defendió,
Y llevó a curar del susto.
La huesuda en desconsuelo
La dejó allá con su gente,
Entre pachanga y desvelo
Con su tranza “diferente”.
AL TESORERO MUNICIPAL DE TLAXCO.
Entró la calaca un día
Con sus fauces muy ufana,
Buscó en la tesorería,
A un gordo que se engalana.
Al mirarlo allá sentado
Entre tanta comilona,
¡Por tus huesos!, le grito,
¡Ha venido esta pelona!
¡No me lleves!, le gritaba,
Inmutado por el susto,
Te daré una mochadita,
Del presupuesto con gusto.
¡Te llevo, ya!, le contesta,
Con tu panzota al panteón.
Hare un festín con orquesta,
¡Con tus carnes, mantecón!
AL SECRETARIO DEL H. AYUNTAMIENTO DE TLAXCO.
La muerte con sus andanzas,
Su guadaña esta limpiando
Pa` levarse al Secretario
Al panteón feliz danzando.
Dicen las parcas vecinas,
Que al verlo quedó prendada,
De su muy flaca figura
Y sus muecas tan mezquinas.
Pobrecillo Secretario
Allá lo vieron rezar,
Con su mortaja y sudario
En el panteón retozar.
La parca salió contenta,
Llevándolo en compañía,
Tanta era su alegría,
Que en la mano llevaría,
Su epitafio con su esquela,
Que a la letra le decía:
“Mejor te llevo a la escuela,
para titularte un día.”
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