Por Jorge Esteban López García
Hubo una vez en este pueblo cachalote, un evento de carácter tradicional y sincrético. Fue el 17 de agosto en el Centro Expositor, participaron compas de Tlaxco y de otros lugares del estado, buscando cualquiera de los premios que se pusieron en la mesa.
De los premios no sé nada, menos de los premiados. Andaba tan ocupado cargando una botella de cerveza que sólo pude sacar fotos a unas morrillas, dizque edecanes, y a otros güeyes que tomando estaban.
Este evento ya es tradición entre la juventud y los interesados en la transformación de autos. Ya son varios años que se lleva a cabo con el interés del club de autos local, que también ha sido víctima de la policía.
La aceleración protagonizó el evento, también los sonidos y las tecnologías. Otro protagonista fue la cebada y los que se la toman.
Los grados IMECAS compuesieron un ambiente apestoso y humeante, no obstante la concurrencia se divirtió.
Por ahí pasaba Silverio, el amigo subdirector de Policía, se le invitó una cerveza pero precisó trabajo. El hermano menor del edil también pasó, se le invitó una cerveza y precisó prisa. Eso de ser importantes y tener trabajo serio, gubernamental y ser responsables, hace que se "estresen" nuestras autoridades, por eso andan de nervios, con caras largas y a veces chocando autos.
Todo terminó en una bonita tertulia de amigos y amigas, de compañerismo, tranquilidad y comentarios al evento y a la futura feria. ¡Ah! también comentarios a Carro Gris.
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