07 septiembre 2021

Esto es Vox para Barcelona Metrópolis


Vox, la polémica institución política española reunida hace unos días con políticos del PAN, entre ellos la tlaxcalteca Minerva Hernández Ramos, es definida de la siguiente manera por Barcelona Metrópolis:

¿Cómo definir a Vox? Cinco claves interpretativas

Los vaivenes electorales de Vox indican que su base no es tan sólida como parece. Este partido, asentado sobre una estructura vertical, una teorización ideológica escasa y una elevada penetración en las redes sociales, es una fuerza “en construcción” capaz de efectuar giros imprevisibles. Por ahora, solo ha introducido propuestas y cuestiones para polarizar a la opinión pública y obtener así una gran visibilidad.

Desde que Vox emergió institucionalmente en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018 (2-D), tanto periodistas como analistas y académicos han calificado a este partido ultraderechista como neofranquista, fascista, neofascista o “nativista”. Pero es difícil determinar su naturaleza, porque Vox aún está desplegando su ideología y existen escasos estudios sobre ella.[1] Para conocer a esta formación hemos considerado más útil ofrecer cinco claves al respecto, las cuales expondremos a continuación.

Un gran apoyo en las urnas que puede ser volátil

Vox experimentó un ascenso espectacular en un año. El 2-D de 2018 dejó de ser marginal al captar el 10,9% del voto andaluz. Entró en el Congreso el 28 de abril (28-A) de 2019 (10,3%), y en la triple cita electoral del 26 de mayo (26-M) logró representación europea (6,2%), autonómica (en nueve parlamentos) y local (concurrió en 646 municipios y logró 530 ediles). Y el 10 de noviembre de 2019 (10-N) devino el tercer partido español (15,1%). Sin embargo, su crecimiento fue irregular, pues apenas en un mes (del 28-A al 26-M) perdió el 48,1% del voto. Según el CIS, en julio de 2019 su apoyo cayó hasta el 3,4%, pero Vox remontó y aumentó su voto el 10-N al capitalizar la oposición ante la exhumación de Franco y liderar el rechazo a la protesta secesionista contra la sentencia del juicio a los líderes independentistas.

En síntesis, la gran caída del voto a Vox el 26-M indica que su base electoral no es tan sólida como parece. De ahí que, pese a su tendencia al alza, no pueda descartarse un retroceso (el barómetro del CIS de septiembre le otorgaba un 11,7%).

[1] Véase Ferreira, C., “Vox como representante de la derecha radical en España: un estudio sobre su ideología”, a Revista Española de Ciencia Política, 51 (noviembre de 2019), pp. 73-98; Hernández Conde, M. y Fernández García, M., “Partidos emergentes de la ultraderecha: ¿fake news, fake outsiders? Vox y la web Caso Aislado en las elecciones andaluzas de 2018”, a Teknokultura. Revista de Cultura Digital y Movimientos Sociales, 16(1) (2019), pp. 33-53; Turnbull-Dugarte, S. J., “Explaining the end of Spanish exceptionalism and electoral support for Vox”, a Research and Politics, 6-2 (abril-juny de 2019), pp. 1-8; Barrio, A., “Vox, la fin de l’exception espagnole”, Fondapol, París, 2019. También resultan de interés J. Müller (coord.), La sorpresa Vox, Planeta, Barcelona, 2019; Urbán, M., La emergencia de Vox, Sylone, Barcelona, 2019; y González Cuevas, P. C., “Vox”, en La Tribuna del País Vasco, San Sebastián, 2019.

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