13 octubre 2022

De Bancos y disyuntivas.

Por: Julio Cesar Ascencio Quiroz.


En la cabecera municipal de Tlaxco se encuentra en su punto más alto la discusión sobre el cierre de la sucursal del Banco BBVA Bancomer. Por lo que he escuchado de algunos amigos y lo que la prensa local ha hecho saber, es que la decisión de la institución bancaria se debe a estrategias comerciales, es decir, ya no es un negocio rentable.


La polémica se desató, naturalmente, por el temor de los usuarios que mantienen operaciones bancarias permanentes. Todo ha derivado en acusaciones, en búsqueda de culpables, recolección de firmas, hasta la última, que fue pedir a los directivos del Banco en su sede en la capital del país, a través de una solicitud por escrito, la reconsideración del cierre definitivo de la sucursal.


Creo personalmente que la polémica se vuelve un tanto infructífera porque se parte de una falsa disyuntiva. Si bien es cierto que el banco le da buen aspecto a la cabecera municipal, la presencia de la sucursal por sí sola no fortalece la economía. Esa es la falsa disyuntiva. Si el Banco le da presencia y renombre al municipio, entonces, si el banco se marcha, se lleva consigo la estampa y representación. Evidentemente es falso. Casi todos los que han hablado del tema coinciden en lo mismo, el banco por sí solo no lo es todo.


Ahora bien, si el banco por sí sólo no hace la economía municipal, entonces, ¿qué lo logra? ¿qué empuja realmente la riqueza de un municipio? Responder esa pregunta es difícil y la seriedad del tema no permite solo dar opiniones simples, eso lo podremos tocar en otro momento, sin embargo, se pueden vislumbrar algunos temas y estrategias que sean un acercamiento a la respuesta.


Para evitar que el cierre de la sucursal del Banco nos lleve a la paranoia, o pensar que es un desastre que se vaya y echar culpas a todo mundo, es necesario poner atención a fortalecer la movilidad económica de la región. Por ejemplo, en una plática con la Diputada Diana Torrejón se discutía el tema de echar a andar el mercado ganadero, principalmente con cabezas de la región, en el que confluyan los ranchos locales y pequeños productores de ganado; mercado aún pendiente.


Se debe atender con esmero el impulso del acervo cultural, deportivo, gastronómico y natural de la región. Cito ideas que varios ciudadanos han venido repitiendo desde hace unos años, pero que se deben fortalecer, desde el sector público y la participación de la iniciativa privada. Tenemos el nombramiento de Pueblo Mágico, marca que hace falta aprovechar; personajes como Victoria Dorantes que explotar para bien de la economía local a través de festivales o conmemoraciones; el corredor de las haciendas, la serie de Templos de Fé que culminan en la Barca, en la comunidad de San Andrés Buenavista; las Pinturas rupestres en la región de las rancherías; en lo gastronómico, es cierto que ya funciona el mercado gastronómico, pero hay que pensar en fortalecer la economía municipal, también hay comerciantes de la Torta Planchada estilo Tlaxco, la barbacoa, el pulque, los chinicuiles, impulsar, nuevamente, con el patrocinio municipal acciones que enaltezcan esas actividades y hagan derrama económica en la región; no puedo dejar de mencionar el Bosque, que igual se tiene descuidado; por último, la actividad empresarial, impulsar a las chicas y medianas empresas del ramo textil, hacer crecer el parque industrial y la cantidad de empresas que están ahí. Entre muchas más que se me escapan ahora pero que muchos ciudadanos tlaxquenses han dicho y otras que ya realizan.


Creo firmemente que, si le ponemos atención al desarrollo económico, social, cultural, etc., del municipio y esa fuese nuestra prioridad, no tendríamos que estarnos preocupando porque una entidad bancaria mueva su oficina. Atender el desarrollo social, económico, de obra pública, es y debe ser, nuestra principal preocupación, pero no solo en el papel o en las palabras. Se necesitan acciones concretas que hagan ver realmente el desarrollo. Dejar de ver el gobierno municipal como un botín económico sino como una responsabilidad. Para ello se necesita un proyecto claro y bien definido con acciones contundentes.

Finalmente, creo que la iniciativa de los ciudadanos, empresarios y el gobierno municipal, entre ellos algunos buenos amigos, de citar al cabildo y llevar la solicitud a los directivos del Banco es buena y acertada. Lo creo así porque demuestra que ante problemas puede haber consenso, cosa que había hecho falta en esta administración. 


Espero que se tenga éxito, y espero también que, como en esta iniciativa, entre todos, impulsemos las que faltan. Solo la organización, los acuerdos y el consenso sobre el futuro enriquecedor de nuestro municipio, nos llevará a construir lo que queremos de él; la división, la confrontación y el protagonismo solo nos estanca. ¡Adelante! ¡Y si esta gestión no sale, no desistamos, trabajemos juntos por hacer de Tlaxco un municipio grande, como lo que es!

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