Este día fue programado para empezar con la carrera de atletismo que ya es tradicional en el pueblo, no llevamos la cuenta exacta de ediciones, pero ya son muchas. La mayoría de los lugares fueron ganados por unos atletas de fuera del municipio, vinieron pocos, y es que el premio es muy escaso, pero bueno, se arriesgaron a venir. Luego, inmediatamente después de la premiación, el siempre comercial y poco cultural desfile de feria, que ahora ya cuenta con más patrocinadores y, a parte, con más seguidores. Después las escaramuzas, un bello espectáculo que reunió a muchas mujeres guapas y sus coloridos vestidos. Hubo eventos paralelos, vaquillas, el bug-in y un evento en el parque, pero lo que verdaderamente llamó la atención fueron las escaramuzas, que sí ya son tradicionales y que se mantienen vivas.
Haciendo un poco de memoria con respecto al desfile, los dulces en el suelo, las cervezas exigidas, los globos de agua, los quesos, las piernudas, los feos, la gente estuvo feliz. Les regalaron unas banderitas para que se sintieran parte del evento, aplaudieron, casi los atropellan; se hincaron para alcanzar dulces, se colgaron para tener de cerca a las modelos de la cervecería (nos referimos a las cervezas), gritaron y después se fueron. La banda del Centro Escolar de Chignahuapan fue maravillosa, las otras dos bandas también, pero por la variedad de instrumentos y los sonidos que se pueden interpretar, ésta quedó en mejor lugar.
Después el polvo se tuvo que atravesar en las escaramuzas. Pero es que vaya calor. No importó, la gente fue feliz a ver este acto de valentía y pasión, de adrenalina y voluntad. Muchas 'suertes' realizadas, las caras bellas se tornaban de preocupación pero nunca de nervios, escepto los que en las gradas se encontraban. Pero al fin terminó, y se vació el lienzo. Al salir estaban los bug-in mostrando sus habilidades, pero el hambre es mayor que un motor.
De las vaquillas no les podemos hablar.
Mejor disfruten las imágenes.
Por Carro Gris.
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