Sergio se ha acercado a nosotros para invitarnos a escuchar sus propuestas, para explicarnos su proyecto y así podamos hablar, desde lo que él mismo dice, sobre su política. Pero hay algo que no se puede negar, que no puede ser evitado por él mismo y que debe aceptar como errores: No se puede seguir regalando trastes, planchas, refrigeradores, etc., a las personas para convencerlas y saciar su hambre de estabilidad.
Nos pide que hablemos bien, que nuestras críticas sean constructivas. Nunca hemos hecho una crítica negativa, porque nunca hemos hablado mal de su persona y mucho menos de su familia, nunca lo hemos ofendido porque nosotros no le decimos has este “discurso” o has este evento, o trata a la gente así o lo que sea que haga y en lo que se equivoque. Nosotros simplemente, y la gente, habla sobre lo que observa y escucha.
Si decimos que no saben de política, eso no lo reclamo, es porque la política es la búsqueda de estrategias que llevan a gobernar una ciudad. Estrategias que la llevan al progreso y al crecimiento, además de que la mantienen segura y próspera. La política, se insiste de nueva cuenta, no es dar por dar y para recibir, no. La política es dar todo por una comunidad para la comunidad sin querer recibir nada a cambio. A eso nos referimos cuando expresamos que su grupo, incluido él, no han demostrado un conocimiento serio y honesto de la política.
Ya dejemos ese pasado negro en que la política se manejaba con el dedazo o con dinero, ese momento en que seducíamos con favores a la autoridad para obtener nuestro objetivo. Eso es lo que hay que cambiar, prepararse para que se haga verdadera política.
Y el ser político no se hace de la noche a la mañana, se construye a lo largo de una vida. Cimentación que hace notar nuestra personalidad y existencia, que lleva nuestra savia dentro y que es imposible que los demás no la vean. Si queremos que los demás no hablen de nuestros defectos, tratemos de que esos defectos no sean los que ayuden a la gente, por el contrario, de que nuestras virtudes los sustituyan y así lograr bien las cosas. O por lo menos intentarlo como el artista, “que nuestros defectos se conviertan en virtudes”, ya que es imposible ser perfecto.
O es acaso que este discurso es una crítica negativa, algo que daña en lugar de ayudar y lanzar un consejo. Veámoslo así, si no queremos que los demás critiquen los defectos de nuestro trabajo para mejorarlo, entonces no intentemos ayudar, no cometamos el error de ayudar. Sólo hagamos lo que sabemos hacer.
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