Hasta cuándo

Ya es demasiado común escuchar de accidentes en la carretera Tlaxco-Apizaco, diariamente sucede algo ya sea responsabilidad de los choferes, de los que arreglan la carretera, de las condiciones de la misma o de las autoridades. Este domingo hubo uno en el que el único culpable directo fue el chofer, quien al estar cansado, casi dormido, tal vez hasta enfermo, condujo su micro a alta velocidad y al salirse del camino se fue yendo de lado hasta que cayó de lado a la orilla del camino.
El conductor del ATAH se dio a la fuga, lo intentó agarrar un joven pasajero pero no pudo alcanzarlo porque se había dado cuenta muy tarde de que se estaba fugando. Algunas personas resultaron heridas de gravedad, siendo hospitalizadas. Otras sólo recibieron golpes y el susto.
Pero el asunto acá no es la gravedad de los heridos o quiénes eran o cómo quedó el autobús, lo que se debe señalar es la irresponsabilidad del conductor y de todos aquellos conductores al manejar a esa velocidad y en ese estado; además de que la empresa no tiene cuidado al permitir el volante a estos señores y mucho menos cuida su imagen. Otro responsable, pero sabemos que es muy difícil lidiar con una empresa tan grande como ATAH, es la autoridad, a quien no exige una respuesta positiva a estas actitudes.