Por Jorge Esteban López García
El día de muertos se ha ido convirtiendo en una tradición poco concurrida y sin sabor. Ya sea por el precio de la flor o por el poco conocimiento de estas tradiciones, el Día de Muertos se ha convertido en sólo concursos por dinero y no por valorar el verdadero sentido de una tradición que es la de recordar a los difuntos.
Lo peor es que las mismas autoridades han prohibido y tratado de evitar que se burle uno de la muerte, además de borrar del mapa el humor negro característico del mexicano. Lo han hecho castigando a quienes tratan de mantener tradiciones tan importantes como las calaveritas, o también por el simple hecho de cantar a los muertos nuestro recuerdo. A pesar de esto hay lugares donde sí se valora el recuerdo de lo muertos, por ejemplo Michoacán en sus distintos municipios pero sobre todo en el famoso Pátzcuaro, donde toda la noche se hacen diferentes tipos de festejos.
El día de muertos se ha ido convirtiendo en una tradición poco concurrida y sin sabor. Ya sea por el precio de la flor o por el poco conocimiento de estas tradiciones, el Día de Muertos se ha convertido en sólo concursos por dinero y no por valorar el verdadero sentido de una tradición que es la de recordar a los difuntos.
Lo peor es que las mismas autoridades han prohibido y tratado de evitar que se burle uno de la muerte, además de borrar del mapa el humor negro característico del mexicano. Lo han hecho castigando a quienes tratan de mantener tradiciones tan importantes como las calaveritas, o también por el simple hecho de cantar a los muertos nuestro recuerdo. A pesar de esto hay lugares donde sí se valora el recuerdo de lo muertos, por ejemplo Michoacán en sus distintos municipios pero sobre todo en el famoso Pátzcuaro, donde toda la noche se hacen diferentes tipos de festejos.
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