Nuevo presidente

Por Jorge Esteban López García

Analicemos la entrada de Manuel Salinas a la Presidencia de Tlaxco. Primero existe la pregunta que la mayoría de los ciudadanos de Tlaxco se han hecho: ¿Cómo irá a gobernar Manuel Salinas?
Su equipo de trabajo está muy feliz, dispuestos a trabajar y a echarle todas las ganas por trabajar a favor del pueblo. De seguro contratarán a gente que los asesore en su mandato, que los capacite para lograr una administración correcta. Pero ¿no se les irá de las manos todo esto? ¿Lograrán manejar los recursos y ganar progreso para el municipio?
Habrá que tener fe y ojalá nuestro escepticismo y críticas sean ocultados bajo el manto de buenas e inteligentes decisiones, bajo una lista de buenos proyectos e ideas que beneficien al pueblo.
¿Cómo será posible esto? En la mente de Manuel Salinas sólo está una persona humilde y generosa, que no dice groserías y que se comporta educadamente saludando a la gente, pero no hay una visión de gobierno, no hay una idea de lo que se quiere hacer con la administración pública.
Durante la campaña tuvimos la oportunidad de platicar un momento con él, en el que lo invitamos a exponer su proyecto en un debate frente a los demás candidatos y por supuesto no quiso. Su argumento fue que “con su proyecto, que ya todos saben, ganaría el debate y que no tiene sentido hacerlo. Mi proyecto es: “Instalar mi gabinete, repartir el recurso, poner a cinco abogados de cada lado para vigilar la entrega del recurso y entregar el recurso a las comunidades”. Eso dijo durante nuestra plática, en la que nunca nos acusó de difamadores y mucho menos nos amenazó por decir tantas cosas negativas de él. Además de eso, explicó que “yo no quiero ser presidente, es más, yo no soy político, un político estudió Ciencias Políticas, yo no estudié nada, si soy presidente es porque el pueblo quiere que lo sea.”
De acuerdo a estas palabras considero que el gobierno de Manuel Salinas será totalmente populista, es decir, le llegará “el recurso” (como él lo llama) y se pondrá a repartirlo a todo mundo como si fuera una dádiva sin prever que ese dinero se puede usar para generar inversión y fuentes de empleo. Cuando le llegue “el recurso” se pondrá a construir banquetas y adoquinar calles como si eso fuera a quitar el hambre del pueblo. Llegando ese dinero, lo repartirá a todos los pobres que lleguen a la oficina pidiendo ayuda como si para eso fuera y como si eso solucionara sus problemas. No es seguro, pero si el Lic. Silvestre Guevara lo hizo, teniendo visión y preparación, por qué no lo hará Salinas.
Además de eso hay otros puntos, en los que no quisiera profundizar pero que sí es necesario, Prisciliano Salinas, quien tantas veces se molestó por lo que en nuestra revista aparece y que de seguro nos causará problemas, pues imagino tendrá mucho poder en el ayuntamiento. Él estará detrás de su hermano, aconsejándole, dirigiéndolo en lo más difícil y peligroso, “el recurso”. De los demás que están junto a Manuel no estoy seguro, pero se puede hablar, como la gente lo asegura, de Roberto Zamora, quien se dice estuvo siempre detrás de Manuel Salinas.
Se pondrán nerviosos cuando lleguen al poder, no encuentro otra forma objetiva de expresarlo. Ojalá y me equivoque porque necesito equivocarme una que otra vez, ojalá y Manuel Salinas nos demuestre que hará de Tlaxco un municipio importante.