07 mayo 2008

La Moda que no Acomoda

Por Jorge Esteban López García
Tlaxcala ya se ha convertido en un principal operador de narcotráfico, trata de personas y comercio ilegal. Tlaxco no está excento de tal situación, congregando traficantes de madera e influencias.
En el caso estatal, a diario leemos en los periódicos casos de asesinatos, detenciones por comercio de drogas, clausura de bares clandestinos donde hay menores de edad o extranjeras, etc. casos que nos hacen pensar en un futuro incierto.
Pero lo grave es la detención de personas inocentes acusadas de delitos de este tipo, personas inocentes asesinadas siendo confundidas o estimadas por tal o cual cosa. Lo raro es que esto sucede en todo el país y cualquiera puede ser víctima de estos fenómenos sociales.
El asesinto de una indígena junto con su hija en la Costa Chica de Guerrero a manos de soldados, es uno de estos casos que indignan y degeneran al humano. El asesinato reciente de un joven tlaxquense, por la causa que haya sido, es indignante. La falta de prevensión de nuestras autoridades es indignante.
Las autoridades arrestan a quienes no deben, atacan a quienes no deben, son ilusos e irrespetuosos de la justicia. Detienen a un supuesto traficante de madera con unos cuantos tablones que no precisan delito y todavía lo exponen en televisión local con un dejo de burla, provocando la humillación que la familia de esta persona puede sufrir. Sobre todo los niños, quienes por defenderse, sí pueden cometer una tontería y delinquir de verdad.
Ahora hay que pensar en dónde pone uno los pies, pensar a qué lugares se mete uno y con quién. Es necesario una cultura de la prevención, desde la casa hasta la calle pasando por la escuela donde es más importante. Es necesario que las autoridades hagan su trabajo con responsabilidad y piensen bien cada paso que dan para no provocar cadenas de violencia que empeoren la situación actual.

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