Carta a Los Reyes

Queridos Reyes Magos,

Trataré de pedirles algo muy elemental y no fácil de conseguir, pero es importante que lo pida porque todo humano lo necesita en estos tiempo. Tlaxco está herido de muerte por muchas situaciones, una de ellas se llama "espectativa de poblacion", de la que no puedo decir algo porque la mayoría de tlaxquenses la ignora. También lo está porque sus "políticos" sólo sirven para cobrar, para abusar del pueblo y aprovechar su puesto en beneficio propio. 

De acuerdo a los datos históricos recopilados en estos tiempos, este pueblo siempre ha sido tranquilo, con deseos de expresar sus ideas, con sueños y gente capaz, pero ahora no es así. Contamos con gente que le vale lo que hagan con sus calles o su ciudad, con gente a la que sólo le importa trabajar para llevar comida a casa (es así porque el gobierno no tiene idea de lo que requiere un pueblo y se sirve de esto para no lidiar con la pobreza). Nuestro pueblo siempre se fijaba en todo, cualquier detalle era sinónimo de cuestionamientos, descalificaciones o aplausos, ahora todo debería ser aplausos aunque las cosas estén mal.

He llegado al nivel de recibir amenazas a causa de muchas cosas libremente expresadas, amenazas que me duelen porque el pueblo se ha vuelto cómplice, porque duele que en lugar de cambiar las cosas se tapen los ojos y los oídos y crean que su camino es el mejor. Duelen porque da coraje que la ignorancia, falta de astucia, prepotencia, despotismo, sentimiento de superioridad, necedad, terquedad y demás cosas quepan en la mente humana. Duele porque de quienes esperas lo mejor se esfuman a ciegas y para salvarse manotean a lo bruto, desconociendo que la tranquilidad es el mejor remedio para los nervios mal pasados.

Pena es la que siento ahora, pero también lástima, de que crean que la única forma de arreglar las cosas sea agrediendo verbalmente y amenazando. Parece ser que es la única forma que tienen de salvar a un pueblo y a un ayuntamiento al que tal vez nunca debieron entrar. No saben que pensar así los daña, los perjudica más de lo que ellos piensan. "Dos años" y "Toda la vida" no es lo mismo, dos años es suficiente tiempo para hacer las cosas lo mejor posible; toda la vida nunca es tiempo suficiente para odiar y despreciar a quienes hacen daño en lo personal y en lo público.

Todo esto lo digo porque es necesario hacer públicas ciertas reflexiones, no los hechos que las provocan. Y a ustedes, Reyes Magos, se les puede platicar con toda confianza algunas cosas de la vida. La amenaza que recibí el 4 de enero es preocupante porque indica que no hay estrategias para solucionar los problemas, que la única forma de arreglar los problemas es amedrentar, reprimir y violentar los pensamientos del pueblo. También indica que el pueblo se equivoca al aceptar pseudo gobernantes, que no saben qué es gobernar y tampoco saben qué es el pueblo, y los seguirán poniendo. Significa que para matar la pobreza hay que matar al pobre, para eliminar al analfabeta hay que esconderlo, para ayudar al anciano hay que aventarlo a un asilo y para gobernar sólo hay que estirar la mano y ser sumiso.            

Por los motivos antes dichos, les pido inteligencia, paciencia, tolerancia, valor, prudencia y coraje para enfrentar las adversidades que vienen. También solicito a ustedes un trago de calma para aguantar las mentadas de madre, una botella de serenidad para entender a la ignorancia y a la inocencia, muchos huevos (de preferencia encajones de madera) para prepararlos cuando me amenacen nuevamente y unas dosis de risa para recordar que todos cometemos tonterías.

Queridos Tres Reyes, no recuerdo sus nombres, pero también les pido que Los Mamuts de Tlaxco sean considerados por ustedes, pues tienen mucha hambre y sólo sus huesos encontraron.

Atentamente

Jorge Esteban López García