19 enero 2019

¡México!


Por Jorge Esteban López García
Nunca hemos sido de Primer Mundo, como se le conoce a muchos países de Europa, Asia y América, y tampoco rezo porque lo seamos (la Filosofía Occidental, o el Pensamiento Occidental, nos dominan todo el tiempo, así nacimos desde que inició la Conquista: Con un pensamiento que en la actualidad ya es, un tanto, "original" y difícilmente seremos de otra manera), pero imitarlos en todo, sabiendo que somos completamente diferentes, es una mamada.
No nos conocemos bien, nos desconocemos demasiado bien y hacemos tarugadas justificándolas con acciones que hacen los de allá (nosotros podemos desarrollar las propias y hacerlas mejor); acciones que por su naturaleza, tienen éxito donde germinan, y no donde intentan hacerlas germinar (recuerdo mucho esos antiguos programas de gobierno y "ciencia" que promovieron la reforestación con Eucaliptos...)
Los turistas vienen a México por eso, porque aún conservamos expresiones nuestras, propias de nuestro pensamiento. Pero también nos visitan porque, como dijo Dalí, Breton, Buñuel y bla bla, México es un país surrealista, donde le tenemos lástima al que se cayó y se rompió el pié, pero antes ya nos carcajeamos de su desgracia; aunque lo peor es cuando vemos y juzgamos levemente, sin señalarlos y castigarlos, casi alcahueteando sus robos, a decenas de personas saqueando un trailer cargado de vacas y matándolas a palos allí mismo; y luego vemos y juzgamos con mucha "profundidad" y "sabiduría" a decenas de personas ordeñando un ducto de gasolina y ¡boom..! Era divertido, pero cuando explotó, el culpable es el gobierno, no los que están allí, conociendo los riesgos y carcajeándose del mismo gobierno que ahora, surrealistamente, les va a costear el funeral y las curaciones.
Insisto, siempre estamos imitando, parece que lo único que hay en el mundo es Primer Mundo. Lo cual nos hace darle la espalda a nuestro potencial: la cultura y el arte.
Por allí leí a una persona, de esas que tratan con mucha gente y han controlado masas eufóricas, que el gobierno tuvo la culpa porque el ejército debió acordonar, pero, ¿qué esas personas desconocían que estaban haciendo algo peligroso e incorrecto?
Dicen que hay desabasto de educación, lo comparto. Creo que no de la misma manera y con los mismos contenidos, pero debemos imitar lo educado que está la mayoría de la población de los Primer Mundo. Una vez vi en mi pueblo, acá, en Tlaxco, Tlax., que un camión cargado de naranjas se cayó a una barranca de 7 metros de profundidad, de inmediato la gente acarreó las naranjas, no les importó el riesgo de bajar la barranca y tampoco si el herido daría sabor a los cítricos, sólo les importó "chingarse" las naranjas.

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