La Policía violenta la libertad del ciudadano

Por Jorge Esteban López García

19.01.2008/22:30 hrs.

Carro Gris estacionado en el parque analizando la situación del país, del estado, del municipio y comentando vivencias de la semana. Tiempo de estancia en el parque menos de 15 minutos.

Dentro del automóvil sólo hay tres personas que toman vino de Zacatlán y fuman cigarro.

Sorpresivamente se estaciona una camioneta verde de la cual descienden tres personas disfrazadas de policía, ciertamente eran policías. Armados, amenazantes y precavidos, rodean el carro y ordenan bajen del carro gris las tres personas. Estos, sin pedir una orden legal que autorice la violación de su libertad y garantías y derechos, descienden con su vaso y la botella y su cigarro y todo lo que en sus pantalones y chamarras traían.

“¡Ah!, vienen tomando. Directamente a la cárcel, dormirán calientitos y allá nos terminamos su botellita.” “¿Por qué? ¿Qué delito cometimos? Siempre hemos tomado acá y nunca nos han dicho nada.” “Desde ayer se les avisó a todos los que tomando estuvieron en el parque.” “Nosotros no sabíamos, donde está el aviso, desde cuándo salió…” “Desde 1999 está el decreto municipal, estoy cumpliendo órdenes, es nueva administración y desquito mi sueldo. Así que a los separos. ¡Llama otra unidad! Estos se van a dormir calientitos.” “Pero no sabíamos nada, cómo nos van a llevar si no sabíamos la prohibición, si tuviéramos conocimiento no lo hacemos.” “Ayer avisé, van a dormir calientitos.”

Traslado a la comandancia. Ninguna prueba de estado de ebriedad causante de accidente o violencia, ninguna resistencia al arresto y sobre todo: no era necesario tanto policía. “Pero es nuevo comandante, son nuevas órdenes, quiere ser estricto.” –dice un policía.

Ya ni platicar en el parque podrá uno, ya sea porque es sospechoso de estar tomando, de estar fumando, de estar conspirando, ¿de estar estacionado simplemente? ¿Qué pasa? Pensamos que Silverio era un prepotente, pero el daba aviso, este hombre no es prepotente, es un idólatra utópico que quiere cambiar a la sociedad a su forma de pensar, dice: “Imagínense, provocan un accidente, no me importan ustedes me importa a quien afecten. ¡Su hígado! ¿Qué están haciendo con su hígado?” A éste qué le importa mi hígado, que se cuide el suyo que lo anda usando para tomar decisiones tan exageradas. No está protegiendo, está prohibiendo; no está ayudando, está coartando; no está trabajando, está soñando.

Ya ni una cerveza disfrutarán en el parque aquellos bohemios de siempre, los que siempre tranquilos se iban después de un aviso de la policía, aquellos que siempre tranquilos platicaban de todas las edades pasadas y por venir. Esos jóvenes, esos adultos que se reunían para intercambiar ideas. A los que deben cuidar son a esos locos que no saben para qué se hizo el vino, que buscan broncas y andan molestando a la gente. A esos mal educados.

Conclusión

1. No se podrá tomar ni convivir en la vía pública.

1.1 Porque cualquier carro será sospechoso y después revisado sólo porque al comandante le parece mal tomarse una cerveza y no quiere que se siga uno con las tres de regla.

1.2 Y si encuentra una cerveza dentro del carro, a ése se lo lleva a la cárcel porque es un peligro para la sociedad y para su hígado.

1.3 Todo aquél que sea detenido dentro del carro y vaya en estado de ebriedad, aunque el chofer del auto no lo esté, será remitido.

1.4 Si vas en la noche en tu carro escuchando música ya eres sospechoso de ebriedad y, por lo tanto, tendrás que salir de tu carro para ser revisado.

1.5 Si traes vino en tu auto aunque no vayas tomado podrás ser remitido.

1.6 Sólo podrás tomar en tu casa pero haber cómo le haces para ir por más botellas, porque está prohibido salgas de tu casa en carro para traer más.

2. Tu carro no es propiedad privada si está en la vía pública.

3. El parque ya no será lugar de convivencia.

4. Ya no podrá ser feliz el ciudadano, porque no puede ir ebrio y cantando en la calle disfrutando de un buen momento.

Estos criterios retrógradas son lo que dio a entender el comandante en sus respuestas y proyecciones. Repito, esto dio a entender y ojalá informe con responsabilidad a la sociedad que hará cumplir la ley, pero que también informe la ley, porque desde allí viola los derechos del ciudadano: aprovechándose de la ignorancia al respecto. Estos y otros puntos que de seguro han escapado a este escrito pero que su juicio podrá identificar basándose en los anteriores, parece ser que son las nuevas reglas de comportamiento.

La “alternancia” ha llegado a Tlaxco. Lo podemos ver en la nueva forma de estacionar los carros en el parque, ya no en batería sino en fila. Para muchos ciudadanos esto es incorrecto, pues no economiza el espacio haciendo quepan menos automóviles.

Escuche al pueblo, no es necesario tomar decisiones tan drásticas en algunos aspectos, eso hace daño. Mejor tómelas en otros aspectos que sí necesitan de su atención, por ejemplo: la información, ésta educa.