23 abril 2008

Día Mundial Del Libro

Por Jorge Esteban López García



Hoy es el Día Mundial del Libro, celebrado por culpa del gran pensador Miguel de Cervantes Saavedra, creador del gobernador de la Ínsula de no sé qué ni dónde. Gobernador ignorante pero demasiado inteligente como para convenir y confabular planes políticos que beneficiaran a uno y a otro sin distinción de clases ni razas, etc. y gran súbdito del caballero de la triste figura.

Empezaremos por el gobernador, de quien unos duques se burlaron otorgándole una pequeña comunidad, mejor dicho: Ranchería, para cumplir su sueño de dirigirla. Su plan se hizo exitoso llevándole casos tan simples y a la vez absurdos de los cuales uno siempre se reirá. Los mismos hicieron que este pseudopolítico soñador, llegara a pensar lo contrario de lo que es estar al frente de un pueblo. Su sueño constaba en ser Rey, hacer de un pequeño pueblo un imperio al estilo napoleónico, tener a sus pies a los plebeyos y etc. etc. Pero se enfrentó a la realidad y con sus propios ojos comprendió que gobernar es para locos y no para gente normal, es para gente que sabe y no para todo aquél que le gusta soñar. Fue así porque los duques le llevaban casos como gente a la que no se le permitía pasar de un lado del puente a otro a cierta hora y que incumplió, o que no pagaba el costo de alguna compra y el ávaro del comercio se quejaba, o el caso de una doncella vestida de hombre que se escapaba todas las noches de su castillo a tomar el aire y ver a su amado. Hechos que lo desesperaron junto con el control de su dieta y la vigilancia constante de un médico.

Todo esto era del conocimiento del caballero que venció a un par de leones, quien feliz de su escudero (gobernador de la ínsula) por sus logros políticos, caminaba un día en la noche por los patios del gran castillo de los duques y escuchó ruidos, una voz, una persona que pedía auxilio para salir de una especie de túnel, se acercó más para salvar a esa inocente persona y se encontró a Sancho, su escudero, gran gobernante. Lo notó derrotado, molesto consigo mismo, triste y huyendo de algo de lo que nunca se hubiera imaginado nadie.

Don Quijote se sorprendió mucho, Sancho le explicó que prefería seguir cuidando a su burro y a su señora, a la Sanchica y a sus borreguitos (más fáciles de gobernar), que a una ínsula de locos y que ni siquiera era ínsula. Don Quijote se alegró porque regresó su escudero, y le dijo que no se preocupara, que los dos serían felices como pastores en La Mancha, donde vivieron el resto de su vida cuidando borregos y soñando uno en seguir el camino de la Caballería y el otro conseguir una ínsula más fácil de gobernar y de dónde pudiera regalarles vestidos nuevos y collares de perlas a su esposa y a Sanchica, su hija.


Para eso sirve la lectura, para criticar de una forma diferente nuestra realidad. Para eso se nos dio el Quijote, culpable de que celebremos el Día del Libro, para diferenciar entre un sueño, una locura y una realidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sería bueno y necesario hacer un analisis de que tan buenos lectores de libros somos en Tlaxco?, que nivel de cultura general tenemos?, que tan convencidos estamos de que la lectura, cultura y educación nos harán un Municipio más libre y sobresaliente?, ojalá y una gran cantidad de personas empecemos a participar en esta actividad que tantos beneficios nos puede traer a los Tlaxquenses e iniciemos por externar nuestro punto de vista a las preguntas anteriores. Para lograr con esto lo que bien dice Jorge López G. que con la lectura podamos diferenciar un sueño, una locura y lleguemos a esa realidad que tanto necesita Tlaxco.

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