El accidente ocurrido el día de Ayer en la Sierra Negra de nuestro vecino Estado de Puebla, entre San Miguel Eloxochitlán y Tlacotepec de Porfirio Díaz, deja ver lo mezquino y negligente que puede llegar a ser un Gobernante o un mal funcionario. Según las versiones que se dan en los diversos noticiarios (TV Azteca, Televisa, Once Noticias, etc.) los habitantes de esas comunidades, hace dos años aproximadamente, reportaron que el cerro que ahora se desgajó, ya había sido reportado al Secretario de Comunicaciones y Transportes del Estado de Puebla, y éste les había contestado que no hay ningún problema, que todo está bien. Las consecuencias hablan por sí solas. Se presume que hay entre 45 y 60 personas muertas, las cuales nunca se imaginaron que la muerte les caería encima, por la negligencia de un personaje, de oscuro pasado, como lo es el “Gober Precioso”.
Normalmente cuando abordamos una unidad de transporte público nos vamos cuidando de las estupideces que hacen los choferes al manejar con exceso de velocidad, por dormirse en la carretera, o como el caso del Lunes pasado entre los límites entre Tlaxco y Chignahuapan, en el que el chofer iba con una de sus muchas admiradoras o novias como usted deseé llamarles, dejando como saldo 21 lesionados, tres de ellos de gravedad. El asunto es que en este caso, el chofer llevaba sobrecupo, como ocurre en la ruta Tlaxco-Atotonilco, que las combis llevan hasta 20 pasajeros.
¿Pero cuáles son las contestaciones de nuestras autoridades? En el caso del accidente de ayer, el gobernador sólo pudo mencionar que él no es Dios (eso ya lo sabemos) para decir que llueva o no, pero entonces el reporte que se dio hace dos años, ¿no cuenta o qué? Acá se ve que el gobernador no tuvo el tacto para decir, que el iba a investigar si realmente estaba la denuncia, ¿dónde estaba el trámite?, o en ¿qué dependencia estaba atorado?, pero decir que su gobierno no tuvo nada que ver, por favor.
¿Hasta cuándo los ciudadanos permitiremos que nuestras autoridades nos den atole con el dedo?, ¿tienen que ocurrir tragedias de este tipo para que nuestras autoridades se preocupen por nosotros?, ¿Quedará impune la tragedia?, ¿Quién es el culpable, acaso será Dios, por mandar la lluvia?
Ojalá el próximo presidente de Tlaxco haga caso a sus ciudadanos y realmente se comprometa con sus ellos, y no sólo vaya por el dinero del Municipio.
Hasta la próxima.
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