17 enero 2011

Día de Mariano

No hay MAL que dure 6 años, ni Tlaxcalteca que los resista.

Pues se llegó el tan anhelado 15 de Enero del 2011. Ante un radiante sol y un clima agradable (así lo sentí), se respiraban en el ambiente aires de cambio, pues se dejaba atrás el VIRREINATO ortisista (lo escribí mal a propósito).
Desde muy temprano comenzó el arribo de unos hacia el congreso y otros al centro de convenciones, lugar de la verbena popular. Fueron llegando de manera individual todos los invitados, políticos estatales y federales (obviamente los del PRI), ex-gobernadores, Doña Bety (como cada 6 años), el clero y los diputados locales priistas y de los otros partidos; del Pan solo algunos, entre ellos Sergio Gonzalez y Adolfo Escobar (los verdaderos Panistas). También llegó Minerva (que todos decíamos bajita la voz: Traidora), el rector de la UAT (que a esa horas ni se imaginaba lo que iba a escuchar) y nosotros los curiosos y simpatizantes. Por cierto, Silvestre llegó 8:30 A.M., me imagino para saludar a los fregones.
Alrededor de las 9:55 A.M. llegó Don Mariano, con su ya clásica sonrisa de oreja a oreja, acompañado de el secretario de gobernación, y atrás de ellos el chaparrín Ortiz acompañado de algunos de sus colaboradores, llevándose algunas rechiflas, pero también, los seguidores orticistas, les lanzaron porras antes de entrar al recinto (pues es normal, tranzaron, perdón vivieron del erario).
Dentro del Congreso inició el acto solemne, pasaron lista a los diputados, faltando los lambiscones de ortiz. Al haber quorum legal, se procedió a rendir la protesta de ley, después de entonar el Himno Nacional y el de Tlaxcala (que ahora ya me salió mejor). Con voz fuerte y firme protestó al cargo como gobernador. Posteriormente, dirigió un mensaje que inició normal, como todos esperábamos. Pero fue subiendo de tono, hasta que arremetió contra su antecesor, dijo "que no permitirá que en su administración haya familiares, aviadores o se beneficie algun grupo" (SAGA). Todos nos volteábamos a ver (y se escuchó el clasico "zzzz"), fue cuando las caras de sus compinches, por ejemplo el hermano, o sea el Rector, tenía un cara de funeral, Llorente y Oralia solo cuchicheaban, sus ex-funcionarios con caras de pocos amigos (yo creo que se la estaban mentando). Lo contrario a Sanchez Anaya, que tenía una cara de alegría. E inevitablemente, todos veíamos como el ex-gobernador sólo agachó la cabeza (como chamaco regañado), pues no aguantó las miradas de todos los presentes (yo creo que por eso se puso malo, que sinceramente no creo). 
En ese momento los asistentes rompieron en aplausos interrumpiendo el mensaje, en el exterior donde estaban las pantallas gigantes se escuchaba las porras vitoreando el nombre de Mariano. Dentro del recinto todos con cara de asombro no dejábamos de ver a este individuo, que por cierto cómo sudaba (me imagino que no era agua, era aceite). Así terminó el mensaje, llevándose la ovación con todos de pie. 
Me platicaron que cuando estaba lo duro del discurso, el que abandonó el salón fue el dirigente del Pan en el estado (le quedaría el saco).
Fueron saliendo poco a poco los presentes, para esto los que estaban en el exterior se prendieron con lo que escucharon y estaban listos para arremeter en contra del chaparrin, pero éste salió por la puerta de servicio (como las chachas, con todo respeto). Al salir Mariano, fue todo felicidad. Saludó brevemente a los asistentes y abordó su vehículo, que lo trasladó al centro de convenciones.
En este lugar llegaron todos sus cuates del PRI (ya saben quiénes) e invitados. Entre ellos pude ver a Moreno Valle, Mario Marín y Javier Duarte. 
Dio casi el mismo discurso, pero lo que llamó la atención fue que instruyó a que se creara la comisión de ex gobernadores, mencionándolos por su nombre: Tulio Hernández, Quiroz de la Vega, Álvarez Lima, Sánchez Anaya, sin incluir a Ortiz. (el que se porta mal, mal le va).
Después todo fue una verbena popular.

Por El Foráneo

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