17 junio 2013

17 de Junio, Día Mundial de la Lucha Contra la Desertificación


Con el lema, “No dejes que nuestro futuro se seque”, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR)  Tlaxcala, conmemoró el día Mundial de  la Lucha Contra la Desertificación, con el objetivo de concientizar a la sociedad acerca de los riesgos de la sequía y la escasez de agua en todos los ecosistemas, especialmente en las tierras secas.
 En el marco del evento que se llevó a cabo en el predio Rancho Capilla de Tepeyahualco, municipio de Tlaxco, el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación, que se celebra cada 17 de junio, está alineado con la designación de la ONU en 2013 como “Año Internacional de la Cooperación de la Esfera del Agua”, que convoca a unir esfuerzos para movilizar recursos, destinados a encontrar soluciones sustentables de la escasez del agua y mitigar los efectos de la sequía.
El Foro Económico Mundial, en su reporte de Riesgo Global 2013, indicó que el decremento en el suministro del agua está dentro de los cinco riesgos principales a nivel mundial, tanto por probabilidad como por impacto que la humanidad enfrentará en los siguientes diez años.
Cuando la degradación de la tierra ocurre en las tierras secas,    semiáridas y subhúmedas secas, se le llama desertificación y son particularmente vulnerables a la escasez de agua. Las sequías tienen un impacto crítico en la producción agropecuaria y forestal y han contribuido al encarecimiento y escasez mundial de los alimentos.
A diferencia de otros desastres naturales, la sequía es predecible  y los efectos pueden ser mitigados. La desertificación también es predecible, evitable y muchas veces reversible. Por tal motivo, algunas de las estrategias ante los fenómenos de la desertificación y la sequía son: reformular  las políticas para la preparación ante una sequía y el manejo de riesgos; realizar inversiones preventivas a través de intervenciones sociales y económicas en comunidades vulnerables para que resistan los efectos de la sequía; fomento al manejo sustentable de tierras y obras de almacenamiento para utilizarse en épocas críticas; establecer sistemas de alerta temprana; fomentar medios de sustento alternativo a la agricultura y el pastoreo excesivo; así como incluir riesgos de la escasez de agua en la agenda de desarrollo sustentable.
Cabe mencionar, que el estado de Tlaxcala tiene una superficie de 406,092 hectáreas y se estima que más del 50% del territorio estatal presenta riesgos de erosión muy severos debido al manejo inadecuado de los suelos. Como las zonas boscosas se encuentran principalmente sobre las laderas, al ser deforestadas son muy susceptibles a la erosión eólica e hídrica. La erosión eólica es la que más daño causa a la tierra; las zonas más erosionadas se encuentran en municipios como Altzayanca, Tequexquitla, Terrenate, Hueyotlipan, Sanctórum e Ixtacuixtla, entre otros.
www.conafor.gob.mx

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