Por Ricardo Fernández de Lara
DON FLAVIO ZAMORA ZAMORA
Este señor se reunía por las tardes en la tienda de Rodolfo Moctezuma, donde acudían Manuel Vázquez, Rodolfo Zamora, Polo Zamora, Cotelín, y otros más.
Un día de esos les contó que en una ocasión venía de la Ex Hacienda La Cueva y lo alcanzó una fuerte tempestad, plagada de relámpagos y truenos que casi le pisaban los talones. Entonces aceleró el trote del caballo y al llegar a su casa, grande fue su sorpresa cuando vio que atrás de la silla de montar, el caballo estaba empapado hasta la cola, mientras que donde venía montado y hasta la cabeza del caballo todo estaba seco.
"Íbamos tan rápido que la lluvia no nos alcanzaba y nada más llegaba a las ancas del jamelgo", dijo.
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